LA SIERRA DE SAN VICENTE (TOLEDO) QUEMADA.
Parecía que en este año tan trágico la Sierra de San Vicente
se iba a salvar, pero lamentándolo mucho el pasado sábado se produjo la
tragedia.
Hace ya varios años que la Junta de Comunidades de Castilla –
La Mancha decidió que el tráfico rodado por la sierra desapareciera, aun siendo
legal. La presión fue desmesurada, utilizando incluso medios aéreos para la
identificación de los motoristas que por allí circulaban. También se creó una
unidad del SEPRONA en la localidad de
Talavera de la Reina para tener controlados los accesos a la sierra. Muchos de los usuarios de la sierra
desaparecieron ante la terrible presión de los agentes medioambientales y el
SEPRONA. Las gentes de los pueblos, que tenían como clientes a esos usuarios se
vieron sin una parte de sus ingresos a consecuencia de estas medidas. Antes, en
la sierra había vida, había un entendimiento y un respeto entre senderistas,
ciclistas, motorista, 4x4, cazadores,
propietarios y un gran etcétera. La gente disfrutaba del entorno y hacia que
las gentes del lugar consiguieran ingresos solamente con la utilización del
entorno, algo que en esta zona tan deprimida no se conseguía desde hacía años. Eso era el verdadero desarrollo rural y
no lo que entienden los políticos. Pero
llegó la administración y empezó a declarar la zona con ambiguas figuras como
ZEPA o LIC que no solo ponían impedimentos a los usuarios de la sierra, sino
que incluso ejercían una presión sobre las gentes y propietarios de la misma.
Lo que la administración consiguió con esto es dejar la sierra sola.
Hoy en día
da pena ver la zona, y no por el
incendio. Ya hace tiempo que se habían cargado la zona. Los caminos,
cortafuegos naturales, estaban desatendidos y llenos de maleza y la sierra en
general era un polvorín. Además, en la sierra no había movimientos de gentes ni
de vehículos. Era como una gran caja negra a la que no podías acceder.
Situación perfecta para los que quieren cometer fechorías. Ahora, la sierra, la
espectacular Sierra de San Vicente se ha quemado. Ahora veremos para qué sirven
esas políticas de prohibición total al acceso. Ahora veremos para que sirven
las zonas de especial protección de aves (ZEPA) si se han quemado las aves.
También veremos para que vale la declaración de LIC (Lugar de interés comunitario)
siendo un erial de negro manto. Ahora veremos quién va a ir a pasear por sus
caminos y a comer en sus restaurantes, comprar bollería en sus panaderías
artesanas y llenar el surtidor en sus
gasolineras antes de partir a la capital. Ahora que alguien les explique a los
cazadores, que no es que no exista caza, es que no hay ni insectos. Con estas políticas de prohibición la
administración está alejando a los ciudadanos del medio natural y esto tiene, lamentándolo
mucho, estas consecuencias.
Solo nos queda dar muchos ánimos a las gentes de la Sierra y
animar a todos los usuarios de todas las actividades del medio natural a seguir
visitándola para ayudar a sus gentes.
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